lunes, 11 de mayo de 2015

Nutrición en la infancia y en la adolescencia.




Los niños están en constante crecimiento y desarrollo de sus huesos, músculos, dientes y sistema sanguíneo, por lo que requiere una mayor atención la calidad nutricional de los alimentos que ingieren.

Se entiende que un alimento tiene "calidad nutricional" cuando, en una cantidad moderada de calorías, es rico en nutrientes necesarios para nuestro organismo. Estos nutrientes, son los carbohidratos, las proteínas, las grasas, las vitaminas y los minerales.



Energía


La energía alimenticia (calorías) debe ser suficiente para asegurar el crecimiento, a la vez que debe adecuarse a la tasa de crecimiento y a la actividad física del niño o del adolescente. Por ejemplo, si la ingesta de calorías es excesiva puede provocar sobrepeso u obesidad.




Es importante que la fuente principal de esta energía sean alimentos ricos en carbohidratos como los cereales, el pan, la pasta, la patata, los vegetales, etc. Y en segundo lugar, las grasas. De esta manera no se tendrá que recurrir a la transformación de las proteínas para obtener dicha energía, puesto que, en el caso de los niños y los adolescentes, las proteínas son esenciales para el crecimiento y la formación de los tejidos corporales.

Una proporción adecuada de las fuentes de energía podría ser la siguiente:

  • 50-60% de la energía de los carbohidratos
  • 25-35% de la energía de las grasas
  • 10-15% de la energía de las proteínas


A partir de los 9-10 años aproximadamente se deben calcular las diferencias significativas que se presentan entre los niños y las niñas, aunque tengan la misma edad.

Requerimientos energéticos recomendados en el adolescente:

Mujeres:Kcal./díaKcal./cm
11-14 años220014
15-18 años220013.5
19-24 años220013.4
Varones:Kcal./díaKcal./cm
11-14 años250016
15-18 años300017
19-24 años290016.4



Proteínas



Durante el período de 1 a 3 años de vida se calcula que la necesidad de proteínas de los niños es de 1,2 g/kg. A medida que va creciendo el niño, la necesidad disminuye a 1 g/kg, hasta llegar a la adolescencia, donde las necesidades proteicas se relacionan más con el patrón de crecimiento que con la edad cronológica, y se calculan en función del sexo y la estatura del adolescente.



Requerimientos proteicos recomendados en el adolescente:

Mujeres:g./díag./cm
11-14 años460.29
15-18 años440.26
19-24 años460.28
Varones:g./díag./cm
11-14 años450.28
15-18 años590.33
19-24 años580.33

El consumo excesivo de proteínas ejerce un impacto negativo sobre el estado nutricional, porque interfiere en la utilización del calcio y aumenta las necesidades de líquidos.



Grasas

Las grasas son fuente de energía, y como ya hemos visto, la ingesta de energía de niños y adolescentes debe ser suficiente para garantizar el crecimiento y un desarrollo adecuado.


Las grasas y los carbohidratos representan las principales fuentes energéticas para el organismo, pero se deben ingerir adecuadamente para prevenir situaciones de obesidad o futuras enfermedades crónicas en la vida adulta. Estas recomendaciones pueden alcanzarse aumentando el consumo de frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y aceite de oliva. 

Consumiendo moderadamente carnes muy grasas, hamburguesas, salchichas, pizzas, helados y dulces, y evitando el consumo de bollería industrial, snacks, refrescos azucarados y alcohol.





Minerales y Vitaminas

Otros nutrientes de especial importancia en la alimentación del niño y adolescente son los minerales y las vitaminas, ambos grupos indispensables para garantizar un correcto crecimiento y desarrollo.

Los niños entre 1 y 3 años pueden correr el riesgo de padecer anemia por déficit de hierro ya que en el primer año de vida se desarrolla rápidamente su sistema sanguíneo, y muchas veces en su alimentación no incluyen alimentos ricos en hierro, como pueden ser las carnes rojas, el pescado, los lácteos, las legumbres, y en menor medida los vegetales verdes. La falta de hierro, así como la falta de yodo en los niños en edad escolar, se relacionan directamente con una disminución en las capacidades cognoscitivas del niño.

Las necesidades de hierro también aumentan en el adolescente: el varón, por el incremento de masa muscular, demanda una mayor irrigación sanguínea y en la mujer, por la pérdida mensual de hierro desde el inicio de la menstruación, también necesita más hierro. Durante la adolescencia la anemia de hierro altera la respuesta inmunológica, incrementando así el riesgo de sufrir infecciones. Igual que en los niños, la falta de hierro en la adolescencia, afecta al aprendizaje.

El calcio es otro mineral de vital importancia en la formación y el mantenimiento del hueso en crecimiento. Las recomendaciones de la Food and Nutrition Borrad aconseja una cantidad de 1300 mg/día para los niños y adolescentes de 9 a 18 años. Las recomendaciones para los niños de 1 a 3 años son de 500 mg/día y para los niños de 4 a 8 años de 800 mg/día. Para garantizar la ingesta de calcio es primordial el consumo de leche y productos lácteos, principales fuentes de calcio en la dieta.


La vitamina D es otro nutriente al que hay que prestar especial atención en los niños. Su acción está relacionada con la absorción del calcio, y con el depósito del mismo en los huesos. El aprovechamiento de la vitamina D por el organismo depende de la exposición del niño a la luz solar. Por esta razón, en países tropicales puede que la ingesta diaria recomendada de vitamina D sea mucho menor que en lugares templados, donde la recomendación se estima en 400 UI (10 g/día). Actualmente la principal fuente de vitamina D para los niños son las leches enriquecidas.



Otro mineral que participa en el crecimiento es el zinc. Una deficiencia del mismo ocasiona problemas de crecimiento, falta de apetito, afecta al sentido del gusto (se perciben peor los sabores), perjudica los procesos de cicatrización, y en los adolescentes afecta al desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. La falta de zinc se debe habitualmente a que los principales alimentos ricos en este nutriente, como las carnes, los mariscos y los pescados, muchas veces no gustan a niños y adolescentes.






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